29/3/07

CUANDO LA FE TAMBIEN EMIGRA

Son historias breves, pero reales, del choque cultural que experimentan los emigrantes y el país receptor. Bajo el título "Nuevos conflictos al aumentar diversidad religiosa en EEUU" la publicación digital La Voz nos ofrece este artículo de Anabelle Garay. Se agradecen opiniones.

EULESS, Texas, EEUU - Cuando la policía llegó a su hogar en este suburbio de Fort Worth a mediados del año pasado, le exigió a José Merced _un oba, o sacerdote de la santería_ que cancelara una ceremonia religiosa programada para el día siguiente.
La razón: la ciudad prohibe el sacrificio de animales.
En su casa en un tranquilo callejón sin salida, Merced les explicó que el sacrificio ritual de un animal es necesario para la iniciación de un nuevo sacerdote a la fe de la santería. También les entregó una copia de un fallo de la Corte Suprema autorizando este tipo de sacrificios por razones religiosas.
Sin embargo, las autoridades de Euless insistieron en que las ordenanzas locales de salud prohiben el sacrificio de animales dentro de los límites de la ciudad.
Ese tipo de conflictos se han vuelto más comunes recientemente a medida que Estados Unidos se va convirtiendo en una sociedad con mayor diversidad religiosa. Los inmigrantes también han traido consigo religiones con prácticas distintas a las de la corriente judeo-cristiana, que predomina en el país.
El caso es una muestra de cómo en ocasiones las leyes locales de toda la nación chocan con las cambiantes costumbres culturales y religiosas.
Merced ha demandado a la ciudad, bajo el argumento de que la prohibición a los sacrificios usurpa su derecho a efectuar ceremonias religiosas en su casa.
"Es sólo ignorancia, y es lo mismo que ocurrió con la ciudad... Me cerraron la puerta", señaló Merced.
En algunos lugares, las autoridades han trabajado para adaptarse a las prácticas religiosas que han traído nuevos residentes. En otras ocasiones, los participantes han enfrentado oposición, dijo Jeremy Gunn, director del Programa para la Libertad de Religión y de Culto, de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
"La mayoría de las sociedades políticas se adaptan mucho a las prácticas de culto de la mayoría, pero no a las religiones minoritarias", indicó Gunn.
Por ejemplo:
_ A un canadiense de la iglesia amish casado con una ciudadana estadounidense se le prohibió volver a entrar a Estados Unidos en el 2004 por no contar con una identificación con fotografía. Posteriormente, una corte federal rechazó su argumento de que el requisito violaba sus derechos religiosos al entrar en conflicto con la interpretación que hace el grupo de una orden bíblica que prohibe hacer imágenes de ídolos.
_ Un estudiante universitario de la religión sij en Michigan fue arrestado en el 2005 por portar un cuchillo de 25 centímetros (10 pulgadas), llamado kirpan. Uno de los principios básicos de la religión sij es portar un kirpan todo el tiempo. Posteriormente las autoridades retiraron el cargo que pesaba contra Sukhpreet Singh Garcha.
_ Un chamán hmong fue declarado culpable de un delito grave en California tras matar a palos a un cachorro, sacrificado para curar a su esposa enferma. Sin embargo, en 1996 se modificó el cargo contra Chia Thai Moua al considerarse que había cometido un delito menor.
Betsy Boyett, portavoz de la ciudad de Euless, dijo que la prohibición a los sacrificios busca proteger la salud y la seguridad de los habitantes.
Sin embargo, los practicantes de la fe dicen que los sacrificios de animales son una devoción esencial de la santería, una religión nacida en Cuba entre los esclavos Yoruba, que fusionaron elementos del catolicismo con creencias que trajeron desde Africa. Posteriormente, los fieles trajeron la santería a Estados Unidos durante la revolución cubana.
Los miembros de esta fe creen en fuerzas espirituales llamadas orishas, cuya supervivencia depende de los sacrificios de sangre.
Durante el rito, se emplea una navaja de 10 centímetros (cuatro pulgadas) para cortar la carótida de un animal, permitiendo que la sangre caiga sobre un santuario. Luego se cocina el animal y se le come. Sólo pueden estar presentes los participantes de la ceremonia.
Los que practican la santería dicen que las ciudades están recorriendo un camino riesgoso al intentar prohibir los sacrificios rituales bajo el argumento de querer proteger la salud y la seguridad de los habitantes.
La lucha para efectuar sacrificios de animales es importante para Merced, cuya congregación de santería se llama Templo Yoruba Omo Orisha. A la larga espera construir un templo donde los creyentes puedan practicar sus creencias abiertamente.
Los fieles de la santería en Nueva York, California y la Florida también han enfrentado obstáculos legales debido a sus prácticas rituales.
En 1993, la Corte Suprema falló en favor de la Iglesia de Lukumi Babalu Aye en Hialeah y emitió una opinión con el fin de proteger los derechos de los practicantes de la santería para sacrificar animales en sus ritos.
Ahora, los líderes eclesiásticos de la santería están apoyando a Merced en su lucha con las autoridades municipales de Euless.
"El haber seleccionado a José Merced en el asunto del sacrificio de animales significa que el gobierno considera apropiado regular... la forma en que uno rinde culto en la privacidad de un hogar", dijo el oba Ernesto Pichardo. "Es una afirmación peligrosa para todas las religiones; es importante que todo mundo comprenda eso".
La ordenanza de Euless para prohibir los sacrificios se remonta a 1974 y no busca obstaculizar las actividades religiosas, dijo Boyett, e indicó que a los residentes aún se les permite matar pollos si los van a cocinar.
Pero Miguel A. De La Torre, profesor de ética en la Escuela de Teología Illif en Denver, dice que la ciudad aún debe adherirse al espíritu de la decisión de la Corte Suprema.
"El impedirle a un individuo de la santería que sacrifique a un animal equivaldría a que el gobierno emitiera una ley donde dijera que los cristianos no pueden practicar la comunión, o que los judíos no pueden ser circuncidados", dijo De La Torre. "¿Por qué se está impidiendo que este individuo practique su culto?"

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Le roncan los cojones tener que soportar que un fanatico le eche comida a una piedra y mi ciudad se llene de ratones y cucarachas diseminando enfermedades.Y soportar a un indio con un cuchillo en lugares publicos. Estimo que deben prohibir todo ese subdesarrollo. No me jodan.

Anónimo dijo...

Asi es como se cuela y radica "la mierda", en "este Pais"...
Hay que seguir y obedecer las leyes a donde se va...Si no, pues a mudarse pa donde permiten matansza de animales, reguero de porquerias, y mugre...
Que se avispen lojamericanos, sino, nos quedamos sin Pais...QUE HORRORRRRRR!!!

Anónimo dijo...

Y en esos ritos salvajes, Hip, le echan hasta aguardiente y ron a unos muñecos de piedra, perjudicandome a mi y a mis amigos de los bares, Hip.

Anónimo dijo...

La falsa democracia le ha permitido espacio a todo tipo de frustrados,por eso los vegetarianos, los ecologistas y ahora Malanga contra el etanol, lo que hacen es ponerse en contra del pregreso de la humanidad. Claro que hay que cuidar la ecologia, pero la cultura tambien. Si un religioso por razones de culto tiene que matar un chivo, que lo haga en una finca, pero no en la ciudad, atentando contra las normas civilizadas de la convivencia.

Anónimo dijo...

Ay, virgen santisima, asquerocidaaaaaaad!

Anónimo dijo...

A mi me gusta matar los puercos a batazos. Tok.

Anónimo dijo...

Gentle,la chusma se te esta colando en el blog.

Anónimo dijo...

Anonimo de las 14:33,modera tu vocabulario no vaya a ser que tenga que lastimarte a ti tambien. Tok.