El tipo fue a visitar, en Cuidados Intensivos, al vecino japonés, víctima de un grave accidente automovilístico. Encontró al amigo japonés todo entubado, era tubo por aquí, tubo por allá, cables por todos lados. Sequedó allí parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos cerrados, sereno, reposando con todos aquellas mangueras conectados a su pequeño cuerpo.
De repente, en un momento dado, el japonés con los ojos casi fuera de órbita, grita:'¡SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA!'Dicho eso, suspiró y murió.
Las últimas palabras del amigo amarillo quedaron grabadas en la mente del tipo. En el último día de la novena, después de la misa por el fallecido, el tipo este se aproxima a la madre y a la viuda y abrazándolas les dice:
- Doña Fumiko y doña Shakita, mi amigo Fuyiro, segundos antes de morir, me dijo estas palabras que no consigo olvidar: '¡SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA! ¿Qué quieren decir?
La madre de Fuyiro se desmaya casi al instante y la viuda lo mira asustada y el tipo insiste:
- ¿Qué quieren decir esas palabras, señora Shakita?
La viuda lo mira con rabia y le responde:
- Quieren decir exactamente: '¡NO PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO, HIJO DE PUTA!
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