El diario digital Canarias Insurgente publica hoy este diálogo del periodista Orestes Martí con el profesor Pedro Campos, quien saltó a la palestra mediática tras haber expresado sus 15 propuestas para el debate ideológico que tiene lugar en estos momentos en Cuba. Aquí lo tienen: suave, fresco y bajito de sal.
Orestes Martí: D Pedro, algunos autores aseguran -y me parece que algún grado tienen razón- que las transformaciones que requiere la sociedad cubana actual no se agota resolviendo solamente el funcionamiento de su sistema económico y haciéndolo más eficiente ya que el problema estaría en el carácter del modo de producción. Apoyan además este enfoque en que los países capitalistas altamente industrializados cuentan con un alto nivel de eficiencia económica.
Otras opiniones se dirigen a la proposición de que lo que establece la naturaleza democrática del capital no es la propiedad colectiva (incluyendo las cooperativas) sobre los medios de producción; sino en el derecho y la posibilidad real de disponer de forma común del producto final del trabajo.
Se ha hecho referencia a que la instrumentación del "centralismo democrático", por parte de un Estado burocrático omnipresente, ha convertido al ciudadano en "objeto" del proceso social y no en su "sujeto", como debería ocurrir; y se afirma -más o menos- que desde la cúpula del aparato estatal, pasando por toda la cadena de mando intermedia e inferior hasta la base, existe un ejército de funcionarios que actúa como fiscalizador y sujeto de la sociedad y no como su servidor.
Entre los mensajes electrónicos que he recibido (tanto con mensajes directos de amigos y conocidos, como con documentos que se anexan), en varios de ellos se hacen observaciones agudas y en ocasiones "polémicas", cito: .
... a escala conceptual tendría que repensarse qué socialismo en Cuba, sobre qué principios económicos, políticos y sociales partiendo del hecho cierto de que visto en la historia y confirmado por la realidad el socialismo sigue siendo una propuesta que requiere de muchos ensayos....
... En el aspecto económico ... lo esencial es desatar las fuerzas productivas, incentivar la producción, producir competitivamente alternando estímulos económicos y morales y distribuir con equidad lo que se obtenga....
... En el aspecto político un tema imprescindible es la ética, pues el sistema cubano ha apostado a los conocimientos como si estos fueran una fórmula mágica para mejorar a los seres humanos y no es así, sólo una ética sustentada en el ejemplo de quienes pretenden conducir la sociedad puede propiciar el cambio de cultura que requieren las personas para despojarse de los códigos falsos de felicidad ofrecidos por el capitalismo.......
... analizar qué cultura del derecho existe, de la legalidad, cuando los ciudadanos ni conocen su Constitución ni sus leyes y se gobierna por decretos que niegan muchas veces la carta magna..... Y ese derecho de participación política está explícitamente refrendado por la Constitución de la República. Puesto que actuar dentro de la Revolución no significa en ningún caso hacerlo según el consentimiento de la cúpula política dirigente, sino en la defensa y la proyección creadora de los ideales de emancipación socio-humana que la misma Revolución ha inspirado....
... debatir sobre la credibilidad de lo que se informa, lo que se deja de informar, en que bases está establecida la enseñanza escolar, cómo se forma a los individuos desde tempranas edades....
... En lo social ... la participación real de la gente en la toma de decisiones a nivel de base, el que sean escuchadas y se responda a sus requerimientos, que se les rinda cuenta realmente de todos los asuntos como establecen leyes y estatutos que lamentablemente no se cumplen....
En los escritos usted ha abordado algunos de estos temas. He leído varias interesantes recomendaciones, especialmente las contenidas en 15 propuestas concretas para revitalizar el socialismo en Cuba.
No escapa a mi observación otros dos documentos en los que ha abordado cuestiones relacionadas con estos temas: Alerta Cuba: EE.UU. puede cambiar su táctica política, no sus fines estratégicos, un buen llamado a estar alertas ante lo que algunos quisieran cambiar el curso del debate y El necesario debate efectivo, en el que aborda el tema del "debate" que yo pudiera resumir en su primer párrafo: "Si nos proponemos hacer un debate abierto y democrático, abierta y democrática tiene que ser la forma que se realice, si no queremos que sea una discusión mediatizada, finalmente burocratizada y que termine en una desilusión más para la militancia, esta vez muy peligrosa".
Me gustaría ahora conocer sus valoraciones sobre los posibles escenarios que vislumbra al respecto.
Pedro Campos: Gracias Orestes, por brindarme la posibilidad de exponer públicamente mis expectativas en relación con el debate actual que tiene lugar en Cuba sobre el discurso de Raúl el 26 de Julio pasado.
No me gusta especular sobre posibles escenarios, en política no me atengo al pragmatismo de lo posible. Los comunistas trabajamos por conocer la situación y a partir de esa realidad, cambiarla en función de los intereses de los trabajadores y el pueblo en general, un imposible para muchos. Yo trabajo en busca de un escenario específico que puede o no lograse más o menos rápido y desde luego, por etapas, como todo en la vida que avanza de una a otra posición.
Creo que la dirección histórica está sinceramente interesada en preservar la Revolución y está conciente de que deberá efectuar cambios estructurales y asumir renovadas concepciones. Pero no parece que tenga un plan pormenorizadamente estructurado de lo que se deba hacer. Esta discusión, sin una propuesta específica de hacia dónde y cómo cambiar, puede estarlo indicando, aunque es evidente que hay ideas, proyecciones.
Están buscando los criterios en los trabajadores, en el pueblo. A mi juicio esto es un acto de fe revolucionaria, es la comprensión de que en el pueblo y en los trabajadores están las soluciones.
Por eso he escrito sobre la conveniencia de expresar –todos- nuestras consideraciones con honestidad revolucionaria, he hecho sugerencias sobre la mejor forma de ayudar al desarrollo del debate y he presentado públicamente un grupo de propuestas integrales, en función de avanzar hacia lo que creo podría garantizar la continuidad y consolidación de la Revolución Socialista: la autogestión empresarial y social, la autogestión socialista.
No hay información precisa de cómo continuará el debate. Ahora se dice que al final se presentará una propuesta, la cual tendría que ser sustentada en lo planteado por el pueblo y los trabajadores y en las teorías de la ideología marxista-leninista que mueven al Partido Comunista, pues para eso se habría hecho el debate.
Las bases, con más o menos vehemencia, con más menos argumentaciones y profundidad, están exponiendo sus criterios. Se ha dado libertad para ello, esa es la orientación del Partido, eso ha caracterizado el debate hasta ahora, aunque en algunos lugares algunos interesados en evitar cambios importantes, ya sea porque les afecten, porque temen a que los cambios se vayan de las manos o simplemente por hacer el juego conciente o inconcientemente a los que quieren que la situación se siga deteriorando para afectar la confianza del pueblo en la Revolución, han tratado de obstaculizar el debate que se pide, y han procurado centrarlo en el ámbitos estrechos y anecdóticos, contraviniendo la orientación del Partido.
La prensa nacional no le ha dado el calor que podría esperarse para este tipo evento.
Los criterios y propuestas de las bases están siendo recopilados por las instancias del Partido. La lógica del proceso, sugiere que serán analizadas y tenidas en y que se tomarán un conjunto de medidas más allá de perfeccionar lo que se ha hecho, para avanzar en modelaciones nuevas, más efectivas en la construcción de la nueva sociedad.
Lo que está en el centro de los problemas, a mi juicio, es la tradicional excesiva centralización de las decisiones, la propiedad, el excedente social y en el control de los recursos, la economía, la política y la sociedad. Lo que se llama el sistema burocrático de dirección. Es evidente que necesitamos avanzar hacia formas más participativas y socializadas en todos esos aspectos. Hasta dónde será el alcance del conjunto de medidas que se propongan, se sometan a consideración posterior del pueblo o del Partido, o simplemente se decida implementar desde la dirección, es algo que no puedo precisar, pues no formo parte del grupo que tomará las decisiones.
Pero por las informaciones y comentarios que me han llegado sobre el proceso, los problemas se están expresando con claridad y predominan las propuestas que apuntan a una mayor descentralización de los recursos y las decisiones, a un mayor control de los trabajadores sobre las condiciones de la producción, a una mayor socialización de la propiedad y en general hacia una concepción de socialismo más participativo.
No tengo ninguna información sobre propuestas sugiriendo privatizaciones o algo que tenga que ver con fórmulas capitalistas, democratizaciones burguesas ni transiciones contrarrevolucionarias. Los trabajadores y el pueblo están dando una demostración de alta conciencia socialista y preparación política y están poniendo en evidencia el desconocimiento que sobre la realidad de nuestro pueblo, tienen quienes temen que un proceso de discusiones abiertas, pueda abrir las puertas a la contrarrevolución y los partidarios de la restauración capitalista.
Si se decide conformar un paquete de medidas y someterlas a la consideración del pueblo en una consulta popular como sugiero en la última de mis 15 sugerencias para revitalizar el socialismo, cualesquiera que sean las propuestas, será un gran paso de avance en la dirección del socialismo participativo, el que necesitamos.
Puede ser que las propuestas se debatan en la Asamblea Nacional del Poder Popular de fin de año, el escenario tradicional para aprobar los presupuestos nacionales.
Si además las propuestas van en la dirección que apuntamos, pues será mucho mejor para la salud de la Revolución y el socialismo en Cuba y en el mundo.
Yo no comparto, como han señalado algunos, que se haya consultado al pueblo para dar solo una imagen de que se está contando con él, abrir una válvula a la presión social y cosas por el estilo, y después tomar un conjunto de medidas sin respaldo popular para luego seguir con más de lo mismo. Sería una burla al pueblo y a los trabajadores que podría crear un cisma entre el pueblo y la dirección, cuya credibilidad podría afectarse peligrosamente. Eso sería muy negativo y peligroso para la Revolución en las circunstancias actuales.
Cuba avanza hacia el socialismo o hacia la restauración capitalista. Esto último sería la muerte de la Revolución y el seguro anexionismo, cosa que muy pocos desean. Hay mucha conciencia sobre esto. Cuba es socialista o no es, dijo la compañera Celia Hart y yo sostengo.
Creo y es el escenario por el cual trabajo, que este proceso va a resultar en la toma de un conjunto de medidas y acciones encaminadas a dar solución a los graves problemas que nos afectan, tenderá a la renovación de muchos métodos y mecanismos burocráticos actuales, buscará soluciones prácticas, concretas y se proyectará hacia el socialismo participativo y socializado que necesitamos. Igual creo que serán medidas en un camino, que no serán las definitivas y habrá que irlas mejorando y ampliando con la participación de todos.
No aspiro a que de este proceso avancemos ya directamente a un cambio drástico del socialismo de Estado actual, hacia la implantación inmediata de la Autogestión empresarial y social. Hay muchos prejuicios que romper, muchos obstáculos que destrabar, muchas costumbres que desarraigar y creo que lo pasos que probablemente se den en esa dirección tendrán que demostrar rápidamente su eficiencia, para luego extenderse.
Pero, seguramente, se tomarán medidas que permitirán movimientos ulteriores en esa dirección y demostrarán avances en la comprensión de que el camino pasa por una mayor participación de los trabajadores en la propiedad directa o usufructuaria, en la gestión democrática de las empresas y en la repartición del excedente; por la necesaria descentralización de las decisiones y los recursos y porque el control popular sea ejercido en forma más directa en todos los sentidos y desde las bases.
Espero haber satisfecho su pregunta. Si no tiene inconveniente, luego de la publicación de este diálogo en su revista, desearía difundirlo por mis vías.
Orestes Martí: Muchas gracias por su tiempo y es usted libre de difundir todo lo que hemos conversado, por la vía que considere oportuno.
2/10/07
Repensando el socialismo cubano
Etiquetas:
Cuba,
debate ideológico,
Pedro Campos dialoga con Orestes Martí
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