-Si fuera tú, la tomaría.
Pero un perezoso de muy mal aspecto le dijo:
- Yo tú preguntaría antes para ver si la puedo tomar. Pero el zorro le hizo caso al lobo elegante y cogió la manzana sin permiso. Al otro día salió de su madriguera del árbol una ardilla para buscar la manzana que ya no estaba. Esa manzana era para la hermana de la ardilla, que estaba a punto de morir y era lo único que podía salvarla.
Moraleja: No siempre el que mejor luce es el que tiene la razón. No debemos tomar las cosas sin permiso, pues no sabemos las consecuencias.
Escrita ayer por mi hijo, de 13 años.
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