La Habana.- La economía cubana crecerá más de un 10 por ciento este año, pronosticó el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, quien aseguró el viernes que la nación caribeña, con su modelo de desarrollo socialista, tiene un mejor desempeño que sus vecinas capitalistas.
Para el 2007 está “esperándose un avance en todos los sectores”, explicó Rodríguez ante cientos de economistas y expertos en finanzas reunidos aquí para un foro sobre globalización.
Entre las áreas más destacadas el turismo sigue siendo el de mayores ingresos brutos, el níquel se muestra favorable y se mejoró la extracción de petróleo, sobre las 4 millones de toneladas.
Rodríguez remarcó que desde 2004 el desempeño fue bueno creciendo en un 5.4 por ciento ese año, un 11.8 en el 2005 y un 12.5 por ciento en el 2006.
Paralelamente defendió la fórmula de cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) de los cubanos, pues estos comenzaron a incorporar los extensos servicios sociales y otros valores que por ser gratuitos no suelen involucrarse en este medidor.
“Se ajusta al sistema de cuentas nacionales de Naciones Unidas de 1993”, comentó el funcionario al desestimar que la isla esté “inflando” sus números por intereses políticos.
Incluso descartando muchos de estos servicios sociales se hubiera crecido un 9.5 por ciento, manifestó el ministro, destacando que esto es más que la media en América Latina, que durante la pasada década apostó por el neoliberalismo.
En este sentido Rodríguez recordó que a comienzo de los 90 Cuba atravesó una crisis por la cual entre 1989 y 1993 el PIB cayó en un 35 por ciento.
Sin embargo, aunque de manera incipiente se tomaron medidas de corte mercantilista, La Habana rechazó la privatización de sus activos estatales y la apertura de mercado radical que aconsejaban los expertos internacionales.
A partir de mediados de la década pasada se produjo una mejora y desde el 2004 se hubo transformaciones serias en la estructura económica.
En este tiempo Cuba ha pasado a ser una economía de servicios, indicó el ministro.
Rodríguez señaló como responsables de estos cambios entre otros a factores políticos como la necesidad de proteger las finanzas del ataque recrudecido de Estados Unidos, empeñados en socavar al proceso revolucionario, así como la necesidad de enfrentar los altos precios de alimentos y combustible en el mercado mundial.
Sin embargo reconoció que la expansión del crédito externo de China y Venezuela y una centralización de la economías y el manejo de las finanzas, que significó eliminar el dólar circulante para sustituirlo como moneda de pago por el peso cubano convertible.
Para el 2007 Rodríguez aseguró que la nación trabajará para tener una mayor eficiencia, promover las exportaciones, sustituir las importaciones y empujar el turismo.
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