El multirecordista torcedor cubano José Castelar Cairo (Cueto), se propone implantar una nueva hazaña universal con un tabaco de más de 20 metros de largo durante la próxima Feria Internacional de Turismo, el mes que viene, de acierdo con este reportaje de Amado de la Rosa, del diario digital Opciones.
El famoso torcedor cubano José Castelar Cairo (Cueto), multirecordista Guinness en la creación de tabacos más largos del mundo, intentará establecer una nueva hazaña con un habano “gigante” de más de 20,40 metros de longitud, cifra registrada por él en su última marca.
“Ese será, declaró Cueto, mi saludo personal a la venidera Feria Internacional de Turismo, a celebrarse del cinco al nueve de mayo próximo, en la antigua fortaleza de San Carlos de la Cabaña, para lo cual contaré con el coauspicio del Ministerio del Turismo, la compañía Caracol, el Semanario Opciones y la Embajada Británica".
Explicó que en uno de los salones de ese recinto histórico iniciará la preparación del nuevo “habano universal” el venidero tres de mayo, a las 8:00 a.m, y ha previsto concluir su obra, con la colocación de la capa, los días seis y siete, del propio mes, labor que realizará ante los participantes en la Feria y la prensa acreditada.
Tabaquero con 47 años de experiencia y actual trabajador de la tienda especializada La Triada, ubicada en La Cabaña, Cueto siempre evoca con satisfacción su paso por fábricas tan prestigiosas como La Corona, Partagás y Briones Montoto, entre otras. Su primera hazaña fue un habano de 11,04 metros de longitud que fue reconocido por la prestigiosa Casa londinense como el más largo del planeta; el segundo fue de 14,80, y el último de 20,41 metros, todos certificados.
Pero a pesar de esa experiencia “hacer un tabaco de más de 20 metros es muy difícil; por ello quiero trabajar ahora con tiempo, suficiente, aunque será una labor muy intensa desde los preparativos. El capote hay veces que tengo que despalillarlo, adecuarlo, y tener lista toda la capa, porque me propongo esta vez concluir mi habano al mediodía del siete de mayo.
Comentó que tales records “me hacen muy feliz porque los he logrado para Cuba, país también reconocido como productor del mejor tabaco del mundo. Hoy muchas personas amantes de los puros cubanos vienen desde diversos puntos del planeta no solo a disfrutar de un exquisito habano, sino también a conocer cómo fue que realicé esa proeza”.
Y es que casi cotidianamente personas de todo el orbe llegan a La Triada en busca del excepcional torcedor y de sus records. Ellos se enteraron mediante la famosa revista Guinness u otras muchas publicaciones que ya hablan de Cueto cuando comentan sobre Cuba, sus costumbres y cultura de la Isla en general .
“Vienen hasta mi, precisa, y me acribillan a preguntas e incluso no pocos me confiesan con admiración que nunca habían visto de cerca al autor de un Guinness; entonces se retratan conmigo, me miran las manos y las tocan, asombrados”.
Cuando se inició en el oficio, no había ningún otro tabaquero en la familia; incluso su abuela tenía prejuicios con quienes hacían esa labor. Sin embargo, Cueto ya ha paseado sus hazañas por múltiples países, entre ellos el Reino Unido, a donde ha viajado en nueve ocasiones para participar en ferias y en semanas de la Cultura Cubana, invitados por el Ministerio del Turismo. También ha participado en eventos promociónales en España, Portugal, Italia, Venezuela, Holanda, Alemania, Brasil, Portugal, entre otras naciones.
Pero estos no son los únicos grandes tabacos hechos por Cueto. A medidos de los años 90 hizo uno de tres metros de longitud; después, otro de un metro y medio, tipo culebra (tres tabacos juntos, tejidos), los cuales fueron adquiridos por coleccionistas extranjeros. En ambos casos el torcedor donó el dinero para el Programa de Investigación del cáncer.
Sin duda, este hombre y sus tabacos “universales” se han convertido en la máxima novedad de La Tríada. No obstante, desde su nueva condición de “hombre célebre” Cueto no olvida el apoyo de sus compañeros labor. “Somos un colectivo muy unido y aunque aquí el único tabaquero soy yo, mis compañeros son conocedores del tabaco y me han brindado mucha ayuda”.
Tampoco olvida a quienes le enseñaron este oficio cerca de su casa en el natal Rancho Veloz, ni a los que luego fueron revelándole sus secretos. "Aquí en La Habana , trabajando en la fábrica Romeo y Julieta, participé en una competencia de torcedores en la que conocí a un tabaquero llamado Eddy García que me enseñó a hacer tabacos figurados. Ese es el tabaco que más me gusta trabajar, aunque he hecho muchos de otros tipos.
“Dentro del figurado hay uno que es de mi creación, el Salomón II, porque su figura es parecida a otro llamado Salomón I. La diferencia consiste en una boquilla más ancha, y en la ligadura. Es un tipo de tabaco sobre lo suave, que sirve para cualquier ocasión”.
A Cueto le gusta hablar también de “otros muchos buenos tabaqueros cubanos, a quienes respeto, entre ellos a mi esposa -María Regla Diago Gaytán-, que es muy buena torcedora de vitolas parejas, y no porque lo diga yo. Trabaja en la Casa del Habano del hotel Meliá Cohiba. Nos conocimos siendo yo su profesor, en la fábrica La Corona”.