2/2/07

Los salesianos quieren un espacio

Este artículo de Deutsche Welle compara dos realidades muy diferentes desde una perspectiva política donde los conceptos de libertad y de socialismo ( Bolivia no es socialista) aquí manejados resultan controversiales. Lo curioso es la diversidad de intereses de sectores y de personas que empiezan a manifestarse en la actual coyuntura cubana. En cualquier momento aparece algun pariente de Capablanca aportando una opinion. Así está la cosa.

Evo y Fidel: dos socialismos, dos juventudes

El socialismo del que tanto se habla en América Latina implica realidades distintas y hasta contrastantes en la vida cotidiana. Organizaciones eclesiásticas cuentan a DW WORLD la versión de los jóvenes en Cuba y Bolivia.

América Latina es la región del mundo con la más marcada desigualdad social. El crecimiento económico estable, cercano al 5%, en los últimos años, no se ha traducido en una reducción significativa de la pobreza en la region.

Una de las imágenes más dolorosas de la desigualdad, la escasez de recursos y la consiguiente falta de perspectivas son los llamados "niños de la calle", aún en países con gobiernos socialistas. Bolivia es un ejemplo.

En Cuba, donde no se observa este fenómeno, niños y jóvenes tampoco cuentan con todos los espacios y libertades necesarios para poder desarrollarse en plenitud.

En entrevista con DW WORLD, sacerdotes salesianos hablan de los desafíos a los que se enfrentan en su trabajo con niños y jóvenes de Bolivia y Cuba. Sobre todo, dibujan la realidad de una juventud que vive en carne propia el socialismo latinoamericano en sus distintas versiones.

Los niños de Evo

"Los chicos de la calle en Bolivia, y en Santa Cruz en particular, representan una categoría abandonada, descuidada. El gobierno no tiene ningún tipo de proyecto de política social para estos niños y muchachos. No hay instituciones públicas que trabajen en esto, y entonces sólo alguna institución privada, de la iglesia, se mueve en este campo," denuncia el padre Octavio Sabbadin, de Santa Cruz, quien es crítico tanto del gobierno actual como de los anteriores en Bolivia.

Entre los niños de la calle de Santa Cruz, el sacerdote es muy conocido, querido y respetado. Él adopta un aire serio cuando habla de la vida de estos jóvenes en dicha ciudad: el hambre, la delicuencia, las drogas y la violencia están a la orden del día.

La solución para estos niños, que crecen carentes de cariño y autoestima, no es sencillamente enviarlos al Hogar Don Bosco, dice. Son ellos mismos los que tienen que estar dispuestos a convivir en grupo, a atenerse a ciertas reglas y querer estudiar. Al principio pueden dormir en el albergue y recibir un desayuno, o, en una segunda etapa, pasar también parte del día en el Hogar, donde se organizan actividades diversas.

Finalmente, aquellos que están dispuestos a abandonar la calle, pueden recibir una plaza en una granja en las afueras de la ciudad, donde viven y estudian.

La mayoría de los menores, sin embargo, prefiere la calle. Dice el padre Octavio que él y sus colaboradores trabajan con estos niños en talleres de corta duración, para que puedan aprender algún oficio y tener así la posibilidad de ganarse la vida trabajando sin delinquir.

Los pioneros de Fidel

Muy diferente es la realidad social que enfrentan los Salesianos en la isla gobernada por Fidel Castro. "En Cuba no tenemos la situación de Bolivia, de niños de la calle. Donde yo trabajo, son muchachos que van a la escuela, que trabajan, pero después no tienen espacios donde desarrollar su vida. Encuentran en el Oratorio (el Centro Juvenil Don Bosco) un lugar para expresar todas esas ansias de jugar, de unirse, de manifestarse, de compartir, de socializar en una forma espontánea. Eso es algo que ellos aprecian mucho: que no todo es organizado desde arriba", cuenta el padre Héctor Rodríguez, que dirige el Centro Juvenil de los Salesianos en Santiago de Cuba.

La política, dice el sacerdote cubano, no tiene importancia en la labor con estos jóvenes. Más bien se trata de proporcionarles un sentimiento de autoestima como individuos, de hacerlos sentirse aceptados "tal y como son", independientemente de lo que piensan.

Su principal tarea, cuenta el Salesiano, es la de hacer ver a los jóvenes que, aún si no están de acuerdo con el sistema politico, deben integrarse en la sociedad. El que no acude a la escuela o no trabaja, termina aislándose y perdiendo perspectivas, dice el Padre Héctor. Y él mismo predica con el ejemplo: no se deja amilanar por las trabas que a veces le pone el gobierno:

"Límites, yo creo que no los hay. Si uno mismo se los pone, ya se está haciendo daño. Yo he confesado a jóvenes en un estadio de pelota (béisbol). El muchacho ha querido hablar conmigo, puede estar desarrollándose el partido, y yo hablo con él, estamos hablando de cosas espirituales, o de su vida, o de sus problemas. En cuanto a una actividad más organizada, puede que haya algún límite, porque el gobierno prefiere que nuestras actividades sean dentro de la iglesia, dentro de los muros de la iglesia."

Evo, Fidel y la iglesia

Mientras que la iglesia católica en Cuba se ha adaptado, el prelado Sabaddin manifiesta preocupaciones respecto del rumbo que puede tomar la política del gobierno de Evo Morales y el MAS (Movimiento al Socialismo).

"Hay mucha confusión e incertidumbre. Lo que preocupa es la dependencia de Evo de Cuba, de Fidel Castro, que es el inspirador, casi un patriarca. Pero también su relación muy estrecha con Hugo Chávez, que es el que lo acompaña siempre, lo invita y lo está apoyando económicamente de una forma tremenda". Así describe el sacerdote de Santa Cruz las inquietudes, que se viven también en el seno de la iglesia católica de Bolivia:

"La iglesia está preocupada porque ha habido disparates de parte de Evo Morales. Como por ejemplo cuando dijo que la Iglesia Católica tiene que irse del país, como tiene que irse todo lo que vino de Europa, porque según él la iglesia vino con los colonizadores. Luego tuvo que desdecirse de esto. Pero se está hablando claramente de una reforma educativa que elimine la enseñanza de la religion en las escuelas."

Con o sin Fidel

Uno de los temas que más impactan a los jóvenes es, sin duda, el de la educación. En él, los gobiernos socialistas se han manifestado particularmente activos. El proyecto de reforma impulsado por Evo Morales define que la educación debe ser laica y que la espiritualidad de todas las culturas merece ser respetada. La enmienda constitucional establece la libertad de religion –lo cual para el catolicismo significaría la pérdida del monopolio y los privilegios de que ha gozado hasta ahora. De acuerdo a estos planes, los padres podrán escoger libremente qué instrucción religiosa recibirán sus hijos.

Un debate tan intenso y abierto como el que se desarrolla actualmente en Bolivia en torno a este tema es impensable en Cuba, donde la religión queda relegada a la vida privada. Y donde también parece no despertar mayores pasiones el tema que actualmente más se discute en relación a Cuba en todo el mundo: la salud de Fidel.

A la pregunta respecto de cómo vislumbra el futuro de la isla después de la muerte de Fidel Castro, el padre Héctor Rodriguez responde con cierta cautela, sin pronunciar una sola vez el nombre del Máximo Líder que este martes fue filmado de nuevo, junto con Chávez, en sus aposentos:

"Fuera de Cuba se esperaba que hubiese alguna revuelta, que pasara algo. Pero la vida cubana ha seguido normalmente. Por supuesto que la gente comenta, habla, pero la vida sigue, el país sigue caminando, y creo que eso es también muy bueno, porque habla de una cierta madurez del pueblo a la hora de recibir la noticia (de la enfermedad de Castro). La gente en general está en una espera. Hay más información fuera que dentro. Entonces la gente que está en Cuba no sabe. Nos preguntan ¿qué sucederá? Bueno, cuando ocurra, lo que ocurra, si regresa, si no regresa, ya se verá. Lo demás, ahora, hablar de eso, es especular."


AutorMirjam Gehrke

© Deutsche Welle

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esos curas lo que quieren es una cantera de niños y jovenes para joderlos con su homosexualismo. Vayan a la mierda esos maricones.

Enrique Soldevilla dijo...

Anonimo,no se debe generalizar.